Reseña: |
Aparentemente, la gran diversidad de armas atribuidas
al ninja suponen un problema para el aprendizaje -de por sí
muy complejo-, del arte supremo del Ninjutsu; pero como este
libro demostrará, el eje de todas ellas gira en torno
a un simple bastón de apenas 1,20 metros: el Hanbo.El
Ninjutsu cobra cada vez mayor interés en los aficionados
a las artes marciales, ya que la gran diversidad de armas
que tiene que aprender el practicante le hace ser diferente...
aunque ni siquiera pueda llevarlas legalmente por la calle
para autoprotegerse. ¿Para qué aprender, entonces,
a manejar algo tan eficaz si luego no podremos emplearlo como
arma en nuestra vida cotidiana?
La respuesta a este planteamiento es sencilla: las armas ninja
son una prolongación de nuestras armas naturales (patadas,
puñetazos, codos
), contribuyendo a fortalecer
nuestros brazos, muñecas, codos y hombros, dotándolos
así de unas cualidades físicas que no podríamos
conseguir por otros medios de entrenamiento. Tanto es así,
que numerosos cuerpos de élite de la policía
y el ejército están incorporando desde hace
años las técnicas y armas ninja, plenamente
vigentes en un mundo en el cual no siempre se pueden emplear
armas de fuego para controlar a personas violentas o delincuentes.
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